PORQUE LA VIRGEN MARÍA BATALLA CONTRA EL MAL
¿Por qué la Santísima Virgen batalla contra el mal?
Desde el inicio de las Escrituras (Genesis 3) hasta el final (en Apocalipsis 12), se nos revela a la Santísima Virgen en enemistad y en batalla contra Satanás, sus secuaces y sus obras.Genesís 3,15- «Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza, mientras acechas tu su calcañar». Apocalipsis 12: «una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.... Apareció otra señal: un dragón rojo..... quiere devorar a su Hijo en cuanto naciera.... Y la mujer huyo al desierto... El dragón persiguió a la mujer, pero se le dieron a la mujer las dos alas del águila grande para volar al desierto.... Entonces despechado contra la mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús».La Virgen Santísima juega un papel importantísimo en la batalla espiritual desde la rebelión de Lucifer. Cuando Dios creó a Lucifer (la estrella de la mañana- portador de luz) creó a una magnífica criatura que participaba de su libertad y poder. Cuando Lucifer y sus ángeles se rebelaron con un grito «no serviré», fue precisamente por el anuncio del futuro evento de la Encarnación: Dios se haría hombre nacido de mujer por el poder del Espíritu Santo. Dios reveló su plan que salvaría al hombre del pecado. Los ángeles tendrían que servir al Dios hecho hombre, a su Madre y a todos los redimidos. Esto lo consideró una humillación y se rebeló junto con sus seguidores, fueron expulsados del cielo. Satanás se hizo desde ese momento portador de oscuridad, rebelión, mentira, orgullo y soberbia. Enemistado con Dios para siempre, enemistado con la mujer que traería al mundo al Dios hecho hombre y enemistado con todos los seguidores de Cristo de quienes Ella es Madre espiritual. «En el designio salvífico, el misterio de la Encarnación constituye el cumplimiento sobreabundante de la promesa hecha por Dios a los hombres después del pecado original, después de aquel pecado cuyos efectos pesan sobre toda la historia del hombre en la tierra. Viene al mundo el Hijo, el «linaje de la mujer» que derrotará el mal del pecado desde su misma raíz. La victoria del Hijo de la mujer no sucederá sin una dura lucha, que penetrará toda la historia humana. «La enemistad» anunciada en el comienzo es confirmada en el Apocalipsis, libro de las realidades últimas de la Iglesia y del mundo. María, está situada en el centro mismo de aquella «enemistad» de aquella lucha que acompaña la historia de la humanidad en la tierra y la historia misma de la salvación... En esta historia María, sigue siendo una señal de esperanza futura» (S.S Juan Pablo i.e., a.m. #11) .La Virgen Santísima es la respuesta de Dios a Lucifer. Ella es la nueva estrella de la mañana que nos trae la luz verdadera, la portadora de la salvación, de la Palabra encarnada, el Arca de la Alianza. La gran señal que apareció en el cielo vestida del sol: revestida de la luz de Cristo. Con la luna bajo sus pies (luna que simboliza el tiempo, bajo sus pies). Ella tiene autoridad, ejerce dominio sobre el tiempo, es su patrona. Ella aunque vivió en el tiempo, es superior a las vicisitudes del tiempo y no es condicionada por el, o sea, tiene el poder dado por Dios, para aplastar las batallas que se dan en los tiempos específicos). Coronada: partícipe del poder real de su Hijo (Ella es reina de cielos y tierra). Con doce estrellas: simboliza el triunfo de la Iglesia en María. La respuesta de María: «he aquí la esclava del Señor» respuesta perfecta al grito de Lucifer: «no serviré».La respuesta de María a Isabel (alabanza, humildad, servicio y misericordia) oposición directa a Satanás que busca su gloria propia, su autonomía. Que es orgulloso, egoísta y lleno de odio y acusación.Por la cooperación perfecta de María al plan salvífico de Dios desde la Anunciación hasta la Cruz, ella con su «fíat», participa de ese «aplastar la cabeza de Satanás». Y la descendencia de María, que es Cristo y el talón que son los hijos espirituales de María, aplastan la cabeza de la serpiente, o sea, la raíz del pecado: el orgullo.La raíz de la batalla es el pecado. María, tiene poder sobre el demonio y vence su obra destructora, al Ella haber sido creada Inmaculada en virtud de la futura redención de su Hijo. Ella por ser Inmaculada, no tuvo nunca pecado original ni personal, o sea, Satanás nunca tuvo poder sobre ella, ni su mente, ni corazón, ni acciones. Es por eso, que nuestra Madre, nos llama con urgencia a la conversión auténtica, a la renuncia al pecado, indiferencia, incredulidad y rebeldía que hay en el hombre de hoy.... Ella siempre batalla como buena Madre en esta hora decisiva para la humanidad, hora en que se juega la salvación eterna de tantas y tantas almas, incluso de la nuestra.¿No son todas las apariciones de la Virgen, intervenciones directa de Nuestra Madre, en un momento para prevenir y proteger a la Iglesia y a la humanidad de los peligros que la falta de conversión pueden ocasionar con consecuencias trágicas? ¿No son las apariciones de la Virgen, interferencias a las obras y trampas del demonio, renovando la fe y la oración? Ella siempre se coloca, como buena Madre en la defensa de sus hijos, entre el demonio y los hombres, para contrarrestar los efectos oscuros y pecaminosos de su acción diabólica.Si en toda la historia de la Iglesia, hemos visto estas intervenciones evidentes e interferencias de la Santísima Virgen en defensa de sus hijos, batallando y triunfando contra el demonio, en estos últimos siglos, la hemos estado viendo intervenir como nunca antes. Esto se entiende a la luz de lo que dijo San Luis de Montfort: a medida que pase el tiempo la batalla se intensificará.San Luis María Grignion de Montfort: «Dios ha hecho una enemistad irreconciliable que durará y crecerá hasta el fin del mundo y es entre María, su Santísima Madre y el demonio; entre los hijos y servidores de la Virgen, y los hijos y súbditos de Lucifer; de modo que el más terrible de los enemigos de Satán que Dios ha suscitado es María, su Santísima Madre, a la que dió, desde el mismo paraíso terrestre, aunque todavía no estuviese más que en su idea, tanto aborrecimiento a este enemigo de Dios, tanto arte para descubrir la malicia de esta antigua serpiente, tanta fuerza para vencer, abatir y aplastar a este orgulloso monstruo, que la teme más que a todos los ángeles y todos los hombres, y en cierto sentido más que al mismo Dios.
El enemigo más terrible que ha suscitado Dios contra Satanás es María. ¿y por qué?
1-Porque Satanás, que es tan orgulloso, sufre infinitamente mas al verse vencido y castigado por una sencilla y humilde esclava de Dios, y la humildad de la Virgen lo humilla mas que el poder divino.2-Porque Dios ha concedido a María un poder grande contra los demonios. (lo vemos en exorcismos, en obras marianas). Este poder es por su inmaculada concepción y porque nunca pudo el demonio hacerla participar en el reino de la oscuridad a través del pecado.3-Lo que Lucifer perdió por orgullo lo ganó María con su humildad. Lo que Eva perdió por la desobediencia, lo ganó María por su obediencia. Eva al obedecer a la serpiente, se hizo causa de perdición para sí y para todos sus hijos; María al permanecer siempre fiel a Dios, se convirtió en causa de salvación para sí y para todos sus hijos y servidores consagrándonos al Señor.María descubrirá siempre la malicia de la infernal serpiente y sus tramas infernales, desvanecerá sus diabólicos consejos y librará a sus fieles servidores, hasta el fin de los tiempos, de sus crueles garras. El poder de María sobre todos los demonios resplandecerá particularmente en los últimos tiempos en que Satanás pondrá acechanzas a su calcañar, es decir, a los humildes esclavos y a los pobres hijos que María suscitará para hacer guerra al infierno». (Tratado de la verdadera devoción # 52 y 53)
Madre Adela GalindoFundadora, SCTJMGentileza de Corazones.orgwww.iglesia.org
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4 Comments:
Si bien en un blog se puede expresar cualquier idea a libertad del escritor, me parece muy peligroso que se utilizen para tratar de adoctrinar personas. ¿Que tal que alguien leyera estas interpretaciones y las creyera? Se puede expresar cualquier idea y opinar libremente pero no se hasta que punto sea sano tratar de adoctrinar a traves de un medio de comunicación. ¿No están los templos para tal función?
Por otra parte, de dónde se le ocurre a alguien pensar que la mujer que se menciona en las escrituras es María. Porqué no pensar en que la mujer a la que Dios se refiere es la Iglesia. Por esta clase de diferencias es que se me hace muy peligroso que los temas no se presenten a manera de exposición sino como doctrina. Cualquiera corre el riesgo de pensar que es verdad.
...Acordaos de la palabra que yo os he dicho: "El siervo no es mayor que su señor". Juan 15:20
En todo caso me parece que quien venció el mal fue JESÚS y no maría
"Él (JESÚS) anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz. Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz." (Col. 2.14-15)
además coincido en que la la figura de la mujer en Apocalipsis 12:13-17 hace referencia a la IGLESIA o en todo caso a ISRAEL, ya que Israel es el pueblo de donde nació Jesucristo.
Para los que dejan este tipo de comentarios contrariando en que la mujer del apocalipsis no es la Virgen María, tengo un par de argumentos:
dice el Apocalipsis 12,4 "Y el Dragón se puso al acecho delante de la mujer, con ánimo de devorar al hijo en cuanto naciera", y acaso no se cumplió esto ya, nos cuenta el evangelio de Mateo en el capítulo 2 en los los versos del 3 al 22, que Herodes, lleno de mal quería evitar que el mesías robara su reino, y por ello mató a todos los niños de belén. acaso no es esto lo mismo que el Dragon pendiente para devorar al niño cuando nazca, y es que sabemos que el niño que da a luz la mujer del apocalipsis no es otro más que jesús pues dice "La mujer dió a Luz un Hijo Varón, destinado a Gobernar todas la naciones con cetro de hierro, el cual fue puesto a salvo junto al trono de Dios. Ap 12,5" no es este niño entonces el hijo de Dios, quien más reinará las naciones si no el. y si ustedes dicen que la mujer es la iglesia o israel, pues sepan ustedes que no fue la iglesia la que Dió a Luz a Jesús, mas bien Jesús dio nacimiento a la iglesia, pues dice Mateo 16, 18 "Sobre esta piedra EDIFICARÉ MI IGLESIA" esto significa que antes de pedro no había una iglesia construida por lo cual la iglesia no puede dar a Luz a Jesús.
Ahora para los que dicen que es Israel, en este caso mirando superficialmente pudiera ser cierto, sin embargo si somos mas complejos, Jesús nació en Israel, pero fue por medio de una humilde mujer que se hizo esclava de Dios y a la cual se le concedió dar a Luz al Mesías. no fue toda la Nación, Fue solo María, pues quien da a luz a un hijo, lo ama y lo acepta, María amó y aceptó a Jesús, sin embargo Israel no acepto a Jesús, mas bien rechazó su doctrina y se confabuló para asesinarle. Si israel hubiese dado a Luz a Jesús no lo hubiera matado, pues una madre que está coronada y vestida de solo no mata a sus hijos.
Quien es pues la mujer del Apocalipsis??
La única mujer que ha dado a Luz al rey de las naciones, María.
AVE MARIA PURISIMA SIN PECADO CONCEBIDA!
EN TANTA MALDAD QUE ENSENA EL INTERNET, ME PARECE MUY BIEN LUCHAR EN CRISTO CON AMOR SOLO CON EL BIEN VENCEREMOS EL MAL. GRACIAS MARIA SANTISIMA E INMACULADA POR TU SI, EL SENOR SE HIZO HOMBRE Y HABITO ENTRE NOSOTROS Y NOS AMO TANTO QUE DIO SU VIDA POR SALVARNOS. LLEGAREMOS AL PADRE POR EL HIJO Y AL HIJO POR LA MADRE. ALABADO SEA EL SENOR POR DARNOS A SU MADRE.
DIOS LES BENDIGA
Magníficat
* ánima mea Dóminum:
Et exsultávit spíritus meus * in Deo, salutári meo.
Quia respéxit humilitátem ancíllae suae: * ecce enim ex hoc beátam me dicent omnes generatiónes.
Quia fecit mihi magna qui potens est: * et sanctum nomen ejus.
Et misericórdia ejus a progénie in progénies * timéntibus eum.
Fecit poténtiam in bráchio suo: * dispérsit supérbos mente cordis sui.
Depósuit poténtes de sede, * et exaltávit húmiles.
Esuriéntes implévit bonis: * et dívites dimísit inánes.
Suscépit Israël, púerum suum, * recordátus misericórdiae suae.
Sicut locútus est ad patres nostros, * Abraham, et sémini ejus in saécula
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